SENTIMIENTOSYVIDA

Poesias, pensamientos, frases, cuentos y narrativas de diferentes escritores que pasarán por este lugar acogedor y comprensivo.
































































































































































































































































sábado, 9 de enero de 2010

CARTA A MI MADRE

Hoy tengo ganas de escribirte una carta: Mamá.
Quiero que sepas, tú que todo lo ves, que lo sabes y conoces; quiero decirte cuanto te extraño, cuanto siento tu ausencia, tu dulce compañía, madrecita mía.
Tal vez no alcances a comprender, ¡cuánto duele tu ausencia, mamá! Eras para mí: pilar, refugio, consuelo. Eras, mamá, mi permanente compañía.
Tenía sentido volver a casa, tenía sentido el día a día vivido desde el tiempo que dura cada mañana, cada atardecer, cuando el sol se pone, acariciando el cielo con una paleta con mil colores.
Y si es que acaso, tú creías que a mí no me importaba; de verdad había una razón para volver a casa. Ya no eran mis hijos los que me necesitaban y a los que necesitaba; sino eras tú la razón de mi existir. Yo sabía que necesitabas de mi presencia como tú de la mía.
Cuantos momentos supimos superarlos juntas, porque vos mamá fuiste en esta vida: primero mi madre que me trajiste al mundo, ¡cómo no agradecerte si me diste la vida!... más tarde, cuando llegaron mis hijos fuiste vos la que estuviste siempre a mi lado. Y cuando los avatares de la vida quisieron que no estuviera en mi casa, estuviste a mi lado porque sabías que te necesitaba…
¡Cómo no recordar ese día fatídico, en el que la vida se llevó a Mauricio! ¡No sabía cómo avisarte, mamá!… estuviste a mi lado llorando amargamente, la muerte de un hijo amado… siempre vos a mi lado.
¡Qué tristeza nos daba mirarnos los rostros! - ¿No es cierto mamá? No había nada que decir… tan solo llorar y consolarnos mutuamente. Recuerdo que apenas balbuceabas: ¿Por qué Dios no me llevo a mí?, como queriendo justificar la partida de tu nieto. Y vos sabías, que no era Dios el culpable de su muerte, que es la vida, mamá.
Po eso, hoy quiero decirte, que también la vida se llevó a mi madre y ¡qué sola me dejó en casa! Aunque sé que tengo tres ángeles que miran por mí e interceden ante Dios Padre.
Además tengo hijos y nietos por quien vivir. Y como vos decías mamá. ¡Ya está, hija, ya está!, de alguna manera querías ayudar a que el dolor sea… menos dolor- ¿no es cierto?- mamá.
¡Cómo te extraño, mamá! –Es difícil la soledad… es difícil estar sola en casa, madrecita amada. ¿Recuerdas, cuándo te reclamaba? -¿por qué no me besas mamá? Y siempre pones tu rostro cuando quiero darte un beso. No sé por qué tanto lo añoraba; será que necesitaba la serenidad, que sólo puede darlo el beso de mamá.
Gracias, mil gracias, por todo lo que me diste, por todo el tiempo que estuviste a mi lado, gracias, mil gracias por el amor que prodigaste.
Serás por siempre mi estrella, mi pilar, madre amada. Y cuando la eternidad vuelva a reunirnos, en ese reencuentro de madre e hija. Tan sólo Dios lo sabrá ¡Qué felices seremos, mamá!
¡TE AMO… MADRE MÍA, CON TODA MI ALMA, CON TODO EL CORAZÓN DE HIJA AMADA.
HASTA SIEMPRE
Tu hija
Blanca Lidia Adamo ( Escritora)


Octubre de 2009

2 comentarios:

Antonella dijo...

Hola seño querida! A veces son tan pocas las palabras y tantos sentimientos..
Usted nunk va a estar sola. Y estoy segura q a su mama y a su hijo les hubiera gustado verla bien, y fuerte. la quiero mucho mi seño.

zarina dijo...

Fluye el sentimiento en cada palabra... es buenísimo, genial. Me ha encantado.
Es una forma muy interesante de explicar esta historia con metáforas y comparaciones que la enriquecen mucho.
Me ha fascinado.
AMALIA